03 DE NOVIEMBRE DE 2011.- ARTERNATIVO
XIMENA HUERTA SÁNCHEZ
REPORTERA
Con apenas ocho meses de gestación en el vientre de su madre, nace. Cuatro años después ya sabe leer en inglés primero, y en español después por la influencia de su abuela y de su institutriz. En 1912, publica su primer cuento titulado El rey de la selva y tan solo dos años más tarde comienza la travesía de la familia Borges por Europa, siendo Ginebra un lugar común de residencia.
Mientras Jorge Luis Borges alimentaba su espíritu literario al entrar en contacto con los autores de los distintos países en los que por corto tiempo se convertían en su hogar.
Hasta 1921, Borges regresa a su ciudad natal y comienza a encaminar su obra hacia los barrios del sur de Buenos Aires. Prueba de esto es la aparición de su libro dos años después, Fervor de Buenos Aires. Funda la revista Proa y posteriormente, de regreso en Europa, una editorial con el mismo nombre.
En 1925, sale a la luz su segundo libro de poesía llamado Luna de enfrente y uno de ensayos de nombre Inquisiciones. No obstante, cinco años después deja casi por completo la poesía para dedicarse a la prosa.
El día de Nochebuena de 1938, Borges sufre un accidente que le causa septicemia, una enfermedad caracterizada por la presencia de toxinas en la sangre. También comienza a disminuir su agudeza visual, lo que le trae como consecuencia la dependencia hacia su madre y amigos.
En 1956, recibe el título de Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad de Cuyo en Argentina y recibe el Premio Nacional de Literatura. En contraparte de estos éxitos, se le prohíbe leer y escribir por prescripción médica. Para sortear este obstáculo, comienza a estructurar sus textos en la memoria para posteriormente dictarlos a su madre y personas allegadas.
Es hasta 1967 que se casa con Elsa Astete Millán, a quien conoció durante su juventud, para divorciarse tres años después y posteriormente volver a contraer nupcias en 1986 con MariaKodama. En este mismo año muere en Ginebra, ciudad que siempre le brindo un hogar y por la cual sentía un profundo amor. Su vida estuvo repleta de éxitos, pero también de desgracias y tal vez su mayor pecado, aseguró, fue no haber sido feliz.
Recibió premios de muchos y distintos países. Hasta la fecha no deja de ser homenajeado, ya que este año la Mega Ofrenda de la UNAM fue dedicada a él.
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