19 DE NOVIEMBRE DE 2011.- ARTERNATIVO
MARI CARMEN JIMÉNEZ
REPORTERA
Milenio.com |
Los cisnes, la danza, un lobo y el desarrollo de los sueños es la combinación que nos deja ver esta puesta en escena, mostrándonos a través de la danza contemporánea una historia en donde la realidad y la imaginación pueden convivir.
Los cisnes, interpretados por jóvenes bellas, el lobo interpretado por un joven atlético y bien formado y una espectacular escenografía, nos deja ver las formas en las que el cuerpo puede expresar diversas emociones y que por medio de gesticulaciones y onomatopeyas no hay necesidad de diálogos o guiones para comprender una historia.
Con relación a la parte digital y la línea argumental de la puesta, al espectador se le atrapa por medio de la iluminación y las proyecciones que simulan “un lago” de experiencias vividas por el personaje principal, el soñador que vemos como un hombre lleno de trastornos dentro de sus sueños, sueños bizarros que se plasman en el escenario…
La belleza de los cisnes y la destreza del bailarín que interpreta a un lobo, violento y sin piedad, pero con grandes deseos de ser amado, son la clave para que La Danza de los Cisnes se vuelva en una de las favoritas del público que visita con frecuencia la Sala Miguel Covarrubias.
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